miércoles, 22 de enero de 2014

JOE HILL: OBRERO Y MUSICO LIBERTARIO


La vida de este agitador laboral sueco de comienzos del siglo XX es algo que merece relatarse y recordarse. Uno de los héroes mártires de los IWW norteamericanos. Compositor de canciones, trabajador itinerante y organizador sindical, Joe Hill se hizo mundialmente famoso después de que un tribunal de Utah le condenó a muerte. Incluso antes de la campaña internacional para revocar su sentencia, Joe Hill ya era bien conocido en las junglas de vagabundos, en las líneas de piquetes y en las manifestaciones obreras como el autor de populares canciones obreras y como agitador de Industrial Workers of the World (IWW). Gracias en gran parte a sus canciones y a su conmovedora y bien publicitada apelación en la víspera de su ejecución - "No gasteis tiempo en funerales, organizad!"- Hill se convirtió y así es recordado como el mártir más conocido de IWW y héroe obrero popular.
Nacido Joel Hägglund el 7 de Octubre de 1879, el futuro "trovador del descontento" creció como el cuarto de los seis hijos supervivientes en una devota familia luterana en Gävle, Suecia, donde su padre, Olaf, trabajaba como ferroviario. Sus padres disfrutaban de la música y a menudo hacían cantar a la familia. Siendo joven, Hill componía canciones sobre los miembros de su familia, asistían a conciertos en el local de la asociación obrera de Gävle y tocaba el piano en un café local.
Recorre EE. UU. contemplando la realidad social de este país, y las duras condiciones de trabajo a las que se veían sometidas las clases trabajadoras. Desempeña varios oficios como minero o estibador portuario. Se instala finalmente en California, donde cambia su nombre al de Joe Hill, y en 1910 se afilia al sindicato IWW, popularmente conocidos como los wobblies. Será uno de los líderes en la huelga de los trabajadores del muelle de San Pedro, California.
En su militancia en el sindicato IWW, comenzará a utilizar la música como modo de lucha y de difusión de las consignas políticas y reivindicaciones sociales, cantando en las reuniones sindicales y en las calles de los barrios obreros. La letra de varias de sus canciones serían editadas y difundidas en los periódicos y boletines sindicales. La fórmula musical utilizada era incluir estrofas con contenido reivindicativo y pegadizas a las canciones populares formando así himnos combativos que pudieran ser aprendidos con facilidad y cantado por los obreros en las movilizaciones y huelgas. Todas esas canciones serían recopiladas por el sindicato en el Libro rojo de canciones (Red Songbook).
Sus canciones frecuentemente tomaban melodías populares de canciones de la época. El acuñó la conocida frase en el idioma inglés : "pie in the sky",[1] que aparece en su canción "The Preacher and the Slave" (una parodia de el himno "In the Sweet Bye and Bye"). Otras canciones destacadas escritas por Joe Hill son "The Tramp (song)|The Tramp", "There is Power in the Union", "Rebel Girl", and "Casey Jones: Union Scab".
En 1911 se encuentra en Tijuana (México), participando junto con ungrupo de insurrectos contrarios a la dictadura de Porfirio Díaz.
El 10 de enero de 1914, John G. Morrison y su hijo Arling en su negocio de carnicería de Salt Lake City por dos intrusos armados, enmascarados con pañuelos rojos. Arling repelío el asalto y disparó con un revolver hiriendo a uno de los asaltantes antes de morir. La policía inicialmente investigó el caso como una venganza, porque nada había sido robado y debido a que John Morrison había sido policía por años y presuntamente tendría enemigos.
En esa noche, Joe Hill concurrió a la puerta de un médico local, por una herida de bala. Hill dijo que había sido herido en una discusión con una mujer, de la que no quiso declarar el nombre. El doctor informó que Hill estaba armado con una pistola. En el domicilio de Hill se encontró un pañuelo rojo, pero no la pistola.
Hill negó enfáticamente la acusacion. Sus abogados argumentaron que otras cuatro personas habían sido atendidas por heridas de bala en Salt Lake City esa misma noche, y que Hill no tenía relación alguna ni motivo para asesinar a Morrison.  La fiscalía convocó a una docena de testigos que declararon que el asesino se parecía a Hill, incluyendo al otro hijo de Morrison, Merlin Morrison, de 13 años, que luego de declarar que Hill no era el asesino, cambió su declaración más tarde. En apenas dos horas de debate, el jurado lo declaró culpable.
Según una historia que circuló profusamente, Hill habría estado en cama con una mujer casada la noche del asesinato, y para no arruinar la reputación de la mujer, habría desistido de sus coartada. Esta es la historia que se ha repetido en muchas canciones y en la película sobre sus vida, Joe Hill (1971).
La apelación a la Corte Suprema de Utah no dio resultados. Orrin N. Hilton, el abogado de Hill en la apelación, declaró: "El principal caso que el Estado tenía contra Hill es que había sido un miembro de laIWW y por lo tanto estaban seguros de su culpabilidad."
El caso se convirtió en un susceso periodístico. Woodrow Wilson, la autora ciega y sorda Helen Keller, y gran parte del pueblo de Suecia hicieron pedidos de clemencia, generándose la atención internacional, y reclamando por la convicción de que el juicio había sido injusto.
Hill fue fusilado el 19 de noviembre de 1915, y lo último que dijo fue "¡Fire!" ("¡disparen!"). Poco antes de su ejecución, había escrito a Bill Haywood, un dirigente de la IWW, "Adiós, Bill. Muero como un leal rebelde. No pierdan su tiempo con lutos. Organícense... ¿Podrías arreglar para que mi cuerpo sea trasladado fuera de los límites del estado para ser enterrado? No quiero yacer en Utah".
En 1970 el cineasta sueco Bo Widerberg dirige una película sobre la figura de Joe Hill. En conmemoración del 50 aniversario de la ejecución de Joe Hill, Philip S. Foner editó el libro The Case of Joe Hill, sobre el juicio y los hechos relacionados, concluyendo que el caso estuvo seriamente mal llevado.
Hill dejó una poesía como su testamento, que fue musicalizada por Ethel Raim, cuya letra dice:
¿Mi cuerpo? Ah, si pudiera elegir,
Lo haría a cenizas sea reducido,
Y dejaría a las alegres brisas soplar
Mi polvo hasta donde algunas flores mustias crecen.
Quizás algunas flores mustias entonces
Volverían a la vida y florecerían otra vez.
Este es mi última y final voluntad.
Buena suerte para vosotros).

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